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viernes, 2 de agosto de 2013

Relationshit.

-Mañana cenamos juntos, y cocino para ti.

Para ella los detalles eran muy importantes. "Es lo que demuestra el amor hacia una persona". Yo siempre pensaba entonces en cuando estaba horas para escoger cuatro palabras que yo consideraba perfectas para expresar mis sentimientos. En cuando me cambio 20 veces de ropa y me maquillo y desmaquillo cinco para estar atractiva para alguien que juraba que me encontraba preciosa siempre.
Ella creía que te esforzabas más para que todos los detalles fueran perfectos si querías a alguien: el color de las velas, el olor del incienso, lo frías que estaban las cervezas. Yo creía, sin embargo, que aunque tenía parte de razón, los detalles creaban una realidad paralela que acabaría por desaparecer, y sólo quedaría entonces el recuerdo del esfuerzo que una vez hiciste por acordarte de todas las tonterías que a ella le gustaban, de todas las tonterías que creías que a él le gustarían.

Se acordó de mis palabras cuando, al día siguiente, fue a su casa, y mientras subía nerviosa las escaleras imaginaba la mesa puesta y un par de botellas de sidra, o quizás cerveza. El olor rompió de golpe su imaginación, y ya no fue de tal magnitud su sorpresa gracias a este intruso cuando vio la bolsa del burger.
-Aquí sólo hay una hamburguesa...
-Yo no tengo hambre.

Ahí estaba la realidad que habían estado ocultando este tiempo: comer sola una hamburguesa sentada en el sofá. Al menos él recordó que prefiere las de pollo...