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sábado, 31 de diciembre de 2011

dosmilDoce

Se acerca el fin de año, y como dice una canción de Mecano, toca hacer balance de lo bueno y malo. En realidad es un día más, pero a todos nos entra la misma sensación cuando llega el último día del año: pensamos. Nuestra cabeza da vueltas pensando en todo lo que ha pasado a lo largo del año, en las cosas que nos han hecho felices y en las cosas que hemos hecho mal. Por eso todos nos hacemos un propósito de año nuevo, algo que hacemos para mejorar y tener un año mejor que el anterior, algo que casi nunca se cumple. Pero la cuestión es intentarlo, aprender de los errores pasados para no repetirlo. Lo triste es que tengamos que esperar a una fecha en concreto para pensar en estas cosas y mejorarlas 'el año que viene', y no mejorarlas desde el principio, siempre que hagamos algo mal.
Yo formo parte de esa gran avalancha de personas que hace balance estos últimos días de año. Pretendo mejorar, arreglar las cosas que hice mal y espero tener un año mejor que el anterior, repleto de cosas buenas y con las menos cosas malas posibles. Y os deseo a todos vosotros lo mismo. Que tengáis un feliz y próspero año y que seáis lo más felices posibles. Y los errores que cometáis, ya los solucionaréis el año que viene.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Reconozco a leguas ese lunar.

Búscame. Porque soy ese error que cometerás por segunda vez. Y tropiezas. Y vuelves a caer. Te prometes que no será así, pero siempre quieres lo que no puedes tener. Lo que te cuesta y se hace difícil, lo imposible. ¿Por qué? Es estúpido, no tiene sentido ni lógica. Pero te gusta, te llama la atención, te atrae. Y te ves de nuevo en ese círculo vicioso del que nunca sales (acordándote de mí esas noches largas en las que te cuesta conciliar el sueño, y piensas que todo podría ser de otra manera y que no pasa nada por volverlo a intentar). ¿Qué te hace pensar que algo va a ser distinto?. Señales que no existen, pero que te convencen de que merece la pena seguir, porque es la única manera de que tu corazón lata tan deprisa que no puedas ni contarlo, la única manera que tienes de rozar la felicidad con los dedos, y creértela (aunque sea una felicidad de mentira).

domingo, 11 de diciembre de 2011

Dicen que-

Muchos de los que leéis este blog os preguntaréis a quién escribo (quién me tatúa), ya que la mayoría de mis entradas parecen dirigidas a una persona en concreto, siempre a ÉL, o a mí misma -pero en algo relacionado con ÉL-.
Realmente, si soy sincera, este blog no habla de una persona en concreto, habla de varias, cada día de una. Puede que alguna verdaderamente importante en mi vida, en mi vida de ayer, en mi vida de hace unos meses o en mi vida de mañana, aparezca repetidas veces en mis palabras, pero, por norma general, las personas a las que dedico mis textos son ocasionales. Vamos, que simplemente aparecieron en mi vida y dejaron huella de alguna manera, y esta es mi manera de recordarles.
Soy de esas personas que creen en el destino, y que todo ocurre por alguna razón. Que de los errores se aprende, y que a lo hecho, pecho. Que no puedes arreglar lo que hiciste pero si puedes prevenir lo que harás. Que llorando no se solucionan las cosas, ni quejándote. Así que al mal tiempo, buena cara (sí, me encantan los refranes).
Es por ello por lo que todas las personas que conozco me marcan de alguna manera: por irse demasiado pronto, por haber sido importantes y dejar de serlo, por no haberlo sido y de repente ser imprescindibles, por perderlas y recuperarlas, e incluso volverlas a perder...
Todas esas personas que han pasado por mi vida, forman parte de alguna manera de mi historia. Puede que eso no sea importante para muchos, o que algunos ni si quiera lo lleguen a saber. Puede que a nadie le importe la historia de mi vida, pero estoy segura de que a alguien le parecerá interesante e incluso le agradará lo que escribo y mi manera de escribir. Y os doy las gracias.
Este blog es para mí una forma de dar a conocer mi -considerada por mí y por personas de mi ámbito- 'peculiar' personalidad, de intentar que me entiendan y entenderme yo.
Por eso estate atento, quizás estés oculto entre las líneas de este humilde blog.
fotografía de Idaira_Willey

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cicatrices

Fotografía de Manu Suárez.

Diciembre. Duele, ¿verdad?. Mirar por la ventana y no ver el precioso paisaje que Gijón te ofrece, sino ver como tu mundo se hace pedazos, poco a poco, tras tus ojos todo está en ruinas, y duele. Todo lo que has luchado se está quemando, como si hubiera sido en vano y no hubiera servido para nada todo lo que has hecho estos últimos años. Ahora tu boca sólo sabe a tequila y ginebra, y lo único que sabes del día anterior es que llegaste a casa de alguna manera y pudiste dormir algo. Qué más da, dúchate, vístete, y vuelta a empezar. Si total en esta vida no parece que nada vaya a ir mejor, sólo escuchas malas noticias que hacen que poco a poco deje de correr la sangre por tus venas, y poco a poco tu corazón deje de sentir eso que algunos llaman 'felicidad'. Tanto tiempo repitiéndote que mañana será otro día, que todo irá mejor pronto, para nada. Sólo tengo una cosa que decir: quejándote, llorando no se soluciona nada. NADA.