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martes, 26 de abril de 2011

Amantes de un instante

No se conocían, ni falta que hacía. Ella tenía el pelo negro, largo, ondulado y desordenado, como si nunca se peinara. Tenía los ojos grandes, muy grandes, y negros, brillantes, con ese brillo que parece decir 'no soy para ti, pero inténtalo'. Su sonrisa inspiraba confianza, y tenía los labios tan carnosos como rojos.Y su risa era extraña, pero a todos les gustaba hacerla reír.
Él era alto, no demasiado, pero alto al fin y al cabo, con unos ojos tan verdes y tan profundos que te perdías en ellos cuando le mirabas, y tenía las pestañas largas, abundantes y muy negras, lo que resaltaba sus ojos. Tenía algunas pecas debajo de los ojos, y se le notaban mucho más cuando le daba el sol. Su pelo era castaño claro, como el trigo, pero casi no lo lucía porque le gustaba llevarlo muy corto. Su mirada aportaba seguridad, buscaba comerse el mundo, pero con los pies pegados al suelo. Tenía una ligera barba de tres días, como si no tuviera tiempo para afeitarse, aunque en realidad tenía todo el tiempo del mundo para arreglarse, pero no quería. Y ése era su atractivo.
Ella no buscaba a nadie, él no iba a ninguna parte. Ella leía una leyenda de Bécquer, y él escuchaba revolución, actitud y poesía.
Y entonces se cruzaron, y, ¿qué crees que pasó? Nada. Realmente, diría que estaban hechos el uno para el otro. Se hubieran querido todas las vidas que hubieran vivido, pero no fue así. Se miraron, intensamente, el negro y el verde, pensaron en saludarse, en preguntar la hora, en comentar el tiempo. Pero, en vez de eso, siguieron andando, como haces cuando encuentras a la persona perfecta para compartir tu vida, pero crees que eso que te dice tu corazón es mentira, que tú no sabes eso, que necesitas tiempo para saber si es ella.
Así es como dejamos escapar el amor y nos conformamos con algún alma perdida que funciona en la cama.




Enough for no one. Searching nobody. Going to nowhere.

2 comentarios:

  1. "y nos conformamos con algún alma perdida que funciona en la cama."

    Absolutamente maravillos. Me encanta cómo escribes.

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  2. Que el temor a llegar no te impida partir.

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