Twitter

lunes, 14 de noviembre de 2011

Sensibilidad dental

Por muy bien que te vayan las cosas, siempre tendrás un mal día, un día en el que todas las cosas que has ido acumulando hasta ahora exploten, y salgan de tu cuerpo de alguna manera: gritos, puñetazos, patadas...y siempre, sin excepción lágrimas. Probablemente estalles por una tontería, porque no queda café en casa, porque se ha acabado el helado, porque no echan nada en la tele...pero estallas. Tu mundo se derrumba en dos milésimas de segundo (quizás tres) y de repente lloras. Por cosas de hace cuatro meses que no resolviste en su momento, por momentos que te afectan pero no te permites el lujo de mostrarlo, por frases que duelen. Todos tenemos esos días en los que alguien nos falta, aunque en realidad tengas a mucha gente cerca ayudándote, falta él o ella, la persona por la que en parte lloras, la que un día se fue dejándote solo, tirado en la calle, con tus ojos tristes y una carga en el corazón. Muchas veces me han acusado de no tener corazón o sentimientos, de ser fría y distante. Tienen razón, eso es lo que muestro, es la cara que dejo que vean de mí. No es que esté orgullosa de mi falta de sensibilidad en algunas ocasiones, pero tengo demasiada empatía, y si dejo que todas las cosas del resto me afecten me sentiré hecha una mierda todos los días porque siempre habrá alguien peor que tú necesitando tu ayuda, más cerca de lo que piensas. Es más sencillo aportar algo de otra manera, no sintiendo lástima por el resto y sus problemas, sino sintiendo envidia (sana) de las cosas buenas de su vida y sacándolas a relucir. Sacarle una sonrisa a alguien vale mucho más que secarle ochenta y siente veces las lágrimas.

2 comentarios:

  1. Maravilloso. Yo la parte que conozco sí que demuestras mucha sensibilidad, de hecho, nadie insensible sería capaz de escribir cosas tan bellas.
    Me encanta.

    ResponderEliminar