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jueves, 3 de marzo de 2011

Fotografías propias.


Esta fotografía muestra una cancha de baloncesto solitaria en un día soleado, aún con restos de la lluvia del día anterior en el suelo. En ella predomina la captación de luz. El plano principal es la cancha con el fondo azul del cielo. De fondo, en un segundo plano, aparecen algunos árboles y otra cancha más lejana.
La foto da la apariencia de un paisaje tranquilo, armonioso y pacífico.

En esta fotografía podemos ver como el agua hace de espejo y refleja el edificio.
La luz ayuda para ver con tanta perfección el reflejo en el agua.
Al poner la cámara en un modo específico para agua, aumenta la nitided con la que ésta es plasmada en la foto, y ello hace que podamos ver aún mejor el reflejo del charco.


  Aquí, decidí probar el modo que se centra en la figura, y por lo tanto el zoom tiene más posibilidades y la fotografía, a pesar de la cercanía, tiene mucha calidad y nos permite ver la flor perfectamente, así como las gotas de agua que cane por las hojas. Un juego de luces y sombras hace que algunas gotas resalten y otras se escondan. Además, el flash hace que el blanco de los pétalos y el amarillo del polen estén más resaltados.

Esta fotografía está tomada desde una perspectiva extraña: además de estar tomada prácticamente desde el suelo, la cámara no estaba recta, sino que estaba ligeramente ladeada para así dar un efecto de mayor altura y dimensiones de la portería.
La luz no ayuda mucho en esta foto. El sol se abre camino entre las nubes, pero éstas hacen que los colores de la imagen estén muy apagados y que casi no se vean los árboles de fondo.

Una fotografía del río Piles, donde el sol absorbe toda la luz, de tal manera que el río y el resto del paisaje quedan totalmente osucros. Casi no se diferencia el agua, o la sombra del río con el muro.
Esto ocurre a pesar de que el día no estaba nublado, ya que al enfocar el objetivo al sol, éste absorbe toda la luz del paisaje.

En esta fotografía vuelvo a utilizar de nuevo el charco para realizar un reflejo, pero esta vez de un paisaje distinto.
En esta ocasión, no le he dado prioridad al agua, sino que se la he dado al paisaje en sí, con lo cual el paisaje aparece en unos colores más vivos y definidos que los del reflejo del agua.
Este reflejo capta más paisaje, en él somos capaces de ver incluso el reflejo del cielo y las nubes. El edificio del fondo da la sensación de estar flotando en el agua.

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